Hace mucho tiempo, cuando los españoles llegaron a Chile para conquistar todas sus tierras. Estos encarcelaron a varios de los primeros pobladores de este país. Entre sus cautivos se encontraba una joven princesa inca llamada Ñusta Huillac.
La princesa a ver a su pueblo ser tratado tan mal por los invasores, organizo su escape y se levantó en armas contra los españoles.
Se cuenta que la princesa cazaba a los españoles sin piedad hasta hacerlos retroceder y regresar por donde habían venido. Así paso por mucho tiempo, defendiendo a su pueblo hasta que un día conoció a un elegante explorador portugués llamado Vasco de Almeida.
La princesa y el explorador se enamoraron al instante y juraron estar juntos por toda la eternidad. El explorador convenció a la princesa de convertirse al cristianismo, a lo cual la princesa accedió.
Cuando los incas se enteraron lo tomaron como una traición hacia su pueblo y decidieron matarla con su enamorado con una lluvia de flechas.
La leyenda cuenta, que donde los 2 enamorados yacían muertos cubiertos de flechas, creció una pequeña cruz de madera. Dicha cruz fue encontrada por el misionero Antonio Rendón. Quien en honor a los enamorados mandó a construir en el lugar una iglesia dedicada a Nuestra Señora del Carmen de la Tirana. Desde entonces, cada 16 de julio se celebra en el norte de Chile, con cantos y animados bailes, la Fiesta de la Tirana en honor de la princesa inca que lo dio todo por su pueblo y por el amor que sentía por el explorador portugués.
Deja una respuesta