En las oscuras noches sin luna de los mares de Chiloé al sur de Chile, toma lugar uno de los mitos o leyendas chilenas más conocida por los marineros y pescadores del lugar: El Caleuche.
Algunos cuentan que es un barco de extrema belleza y gran tamaño que atrae a los náufragos y pescadores a su cubierta gracias a una hermosa melodía y luces que los hacen pensar que se está llevando una gran fiesta en el barco.
Al encontrarse en cubierta, los pobres desdichados son atraídos al camarote principal donde pueden degustar de un enorme festín pero con el paso del tiempo comienzan a reconocer que las demás personas en la fiesta no son de este mundo.
Es en ese momento cuando el capitán del Caleuche hace su aparición. Algunos dicen que es un brujo que no puede pisar tierra y por tal está destinado a navegar las aguas del sur de Chile por toda la eternidad. Mientras que otros dicen que fue un capitán maldito por su gran avaricia.
Brujo o no, lo cierto es que siempre está en busca de nuevos tripulantes para su preciada embarcación, por tal a los pobres náufragos siempre los rescata con el objetivo de ofrecerles riquezas inimaginables y cuando estos aceptan, se dan cuenta que todo fue un engaño y que tan solo han vendido su alma al capitán del Caleuche.
Los pocos que han logrado escapar del barco fantasma han caído en la locura pero aún si, en los escasos momento de claridad, logran describir a la tripulación del Caleuche como náufragos sin alma, que por alguna razón desconocida tienen una de sus piernas pegadas a su cuello y que son capaces de transformarse en otros seres marinos.
La historia del Caleuche y su capitán forma parte de las leyendas chilenas que todo chileno debe conocer y recordar que si algún día observa a un hermoso barco a través de la neblina de una noche sin luna… ¡más le vale correr!