Estamos felices. Pero más allá del equipo que gane, estamos felices por el deporte que es una fiesta nacional, o al menos lo fue hasta ahora.
Algunos países son buenos para determinados deportes y otros países para otros deportes. Algunos países son buenos para muchos deportes.
El deporte es una expresión de la humanidad. La competencia con la que se lo organiza, es una forma de superación personal y de trabajo en equipo, donde todos tratan de sacar lo mejor de sí para vencer, es decir superarse.
Sin embargo
En el día de ayer se llevó adelante por primera vez una supercopa internacional, (de equipos nacionales), en otro país. No es la copa intercontinental tradicional. Es un evento armado ad hoc para un país.
Es que ahora el globalismo avanza a pasos agigantados.
La FIFA decidió crear campeonatos mundiales de equipos nacionales. La intención es exportar nuestro fútbol, a otros países, ya no sólo con la venta de jugadores, sino con el traslado de los partidos a otros países, despojando a nuestro país, de los tradicionales partidos y finales de campeonatos. La gente, tristemente, lo debe mirar por televisión.
¿Exportar el fútbol para globalizarlo, desnacionalizarlo y desarraigarlo?
La visión del globalismo es centralizar el poder del planeta en pocas manos. Por ello, los Estados-Nación son un gran obstáculo para ellos. Son una resistencia a vencer.
La idea de sacar del ámbito local al deporte nacional, es simple y llanamente, sacarle la expresión de un arte popular, que es el deporte a los pueblos y trasladarlos al ámbito internacional, para hacer GRANDES NEGOCIOS.
Es así que en el día de ayer la “Academia”, Racing Club, ganó la primera Supercopa Internacional contra Boca, ambos equipos argentinos, pero no en la Argentina, como debería haber sucedido.
Dable es mencionar el contexto en que se jugó este viernes 20 de enero. Se realizó el evento en el Estadio Hazza bin Zayed de la ciudad de Al Ain (a unos 150 kilómetros de Abu Dhabi), en Emiratos Árabes a una distancia de 13,640 Kilómetros (8,476 Millas), de nuestro Buenos Aires.
Es que la FIFA pretende llevar el espectáculo del deporte a los países que no lo tienen, ni lo han practicado nunca en forma tradicional. El dato pintoresco es que ayer en el partido se vio a “fanáticos” de Emiratos Árabes, claramente llenando las tribunas y simulando que festejaban. Todo un espectáculo.
Otro frente del globalismo contra los pueblos
La internacionalización del deporte nacional, tiene su raíz en la mudanza de los grandes capitales financieros desde Occidente hacia Oriente Medio y Oriente del planeta (China, India y Países de Árabes).
El objetivo ahora es “comunizar” todo Occidente que significa vaciar de contenidos deportivos y culturales y sumirlo en la miseria económica y la confusión del conflicto continuo, y hacer de Oriente y Oriente Medio regiones ricas, prósperas y “felices”, siempre para beneficios de unos pocos, pero con todos los mecanismos, culturas, know how de nuestro Occidente. Un vaciamiento liso y llano.
El fútbol (soccer) para Oriente Medio y para China, es como un sinsentido. Dichos países no tienen ni la más pálida idea de qué trata ese deporte y siempre han sido sólo simpatizantes.
El sólo hecho que como se mencionó, los chinos y los árabes, ponen gente en las tribunas, porque no va nadie a ver los partidos, para simular aliento a los equipos y que la televisación parezca llena, habla por sí solo. Patético.
Una señal del globalismo deportivo fue la reciente copa mundial ganada por la Argentina. La Argentina fue festejada y felicitada por todo el mundo. Incluso por Inglaterra y por el Presidente Biden. ¿Por qué?, porque es el espectáculo globalista. Porque ha sido la mayor organización deportiva globalista que será una bisagra para nuestros pueblos, si no ponemos coto.
Detrás de ese mundial de soccer, está el poder británico (que incluso no es su pueblo que lo habita), de la mano de muchas valijas de euros para parlamentarios de la Unión Europea y para la “realeza británica” denunciadas en la justicia, y petro-gas y petro-dólares del Emirato de Qatar, que es un hijo predilecto de “realeza” británica.
Incluso es vox populi que Qatar hizo “ingentes gestiones económicas” para ser la sede del mundial FIFA 2022.
Asimismo, en un informe que realizamos, el Emir de Qatar, Hamad bin Jalifa Al Thani, posee grandes extensiones de tierras usurpadas en la Argentina, similar al británico Joe Lewis, íntimo amigo (y jefe) de Mauricio Macri, que ocupan de manera ilegal a través de entramados societarios y testaferros.
La Argentina y otros países:
Ahora la Argentina va a exportar su conocimiento en deportes a China y a Oriente Medio.
En otros países, un ejemplo de esto sería que los equipos de la NFL de EEUU o de la NBA, ya no jueguen en los EEUU, sino que EEUU sólo sea una sede más del campeonato mundial de basquetbol o de fútbol americano.
Por ejemplo: las bandas de rock de EEUU exportaban su música y hacían recitales alrededor del mundo, pero todos sabían que son de EEUU y volverán allí.
Con los deportistas y la política globalista actual, éstos vivirán donde les paguen alrededor del mundo. Sólo tienen país de origen, por el nacimiento, cuestión que, en un futuro, hasta ello será un impedimento y pronto sería borrado. El deportista, sin raíces, sin orígenes, incapaz de defender y expresar los valores de su tierra mediante el deporte.
El globalismo ataca y el deporte no está ajeno a ello.
¿La pregunta que cabe hacerse es, es completamente dinero legal, con el cual se organizan estos eventos a nivel internacional?
Ariel H. Valloud