En el folclore alemán sobreviven unas criaturas de pequeño tamaño que habitan cuevas o casas y que pueden ayudar en las labores domésticas a cambio de comida.
Son espíritus vengativos: cuando no son alimentados, hacen travesuras en la casa en la que trabajaron. Estos personajes aparecen en varios videojuegos, como Tales of symphonia o Warcraft.