Queridos lectores de El Yunque,
Hoy nos reunimos como una comunidad comprometida con nuestro crecimiento espiritual y la práctica de Un Curso de Milagros. Reflexionemos juntos sobre una poderosa lección: “Yo no sanaré hasta que mi hermano no sane”. En este camino de transformación, reconocemos que nuestra curación está intrínsecamente ligada a la curación de nuestros semejantes.
A medida que avanzamos en nuestras lecciones y aplicamos los principios del Curso en nuestras vidas, es fundamental recordar que cada uno de nosotros está en un viaje único y sagrado. Cada individuo tiene su propio ritmo y sus propias lecciones por aprender. No podemos imponer nuestra idea de sanación o ayuda a los demás, ya que cada uno sigue su propio camino guiado por la sabiduría divina.
En lugar de intentar “arreglar” o “cambiar” a nuestros semejantes, podemos ofrecerles nuestra presencia amorosa y nuestra disposición para ser instrumentos del Espíritu Santo. Al orar y pedir al Espíritu Santo que sane nuestras mentes y bendiga a todos con un milagro, nos abrimos a la guía y sabiduría divina. Confiamos en que el Espíritu Santo actuará de acuerdo con la voluntad más elevada de cada uno, llevándonos hacia la sanación y el despertar colectivo.
En este momento, les invito a participar activamente y compartir sus reflexiones en respuesta a esta enseñanza. Permítanse expresar cómo han experimentado la interconexión entre su propia sanación y la de sus semejantes. ¿Qué desafíos han encontrado en esta comprensión? ¿Qué prácticas o actitudes les han ayudado a soltar el deseo de controlar o cambiar a los demás?
Recordemos que nuestra participación colectiva en esta propuesta es un recordatorio amoroso de que no estamos solos en nuestro camino espiritual. Nos apoyamos mutuamente al compartir nuestras experiencias y aprender unos de otros. Juntos, creamos un espacio de amor y aceptación donde todos podemos crecer y expandirnos hacia una mayor comprensión de la verdad.
A medida que avanzamos, sigamos confiando en el poder sanador del Espíritu Santo y en nuestra disposición para ser canales de amor y milagros. Que nuestra participación en esta propuesta nos lleve a una mayor apertura, compasión y unidad en nuestra comunidad.
Reflexión para llevar a la vida cotidiana: En nuestras interacciones diarias, recordemos que la verdadera sanación no proviene de intentar cambiar o controlar a los demás, sino de ofrecer una presencia amorosa y compasiva. Al permitir que el Espíritu Santo guíe nuestras acciones y palabras, podemos convertirnos en instrumentos de sanación y despertar tanto para nosotros mismos como para aquellos con quienes interactuamos.
Pregunta de reflexión: ¿Cómo puedo practicar la aceptación y la presencia amorosa hacia mis semejantes en mi vida diaria? ¿Qué acciones o actitudes pueden ayudarme a soltar el deseo de controlar o cambiar a los demás?
Invitación a hacer Un Curso de Milagros: Si te ha resonado esta columna de opinión y deseas explorar más profundamente las enseñanzas de Un Curso de Milagros, te invito cordialmente a considerar hacer el curso. Un Curso de Milagros es una guía transformadora que nos ayuda a deshacernos de los patrones de pensamiento limitantes y a abrirnos a una experiencia de amor y paz más profunda.
A través del curso, aprenderás a ver las situaciones y las relaciones desde una perspectiva más compasiva y amorosa. Descubrirás cómo liberarte del miedo y la separación, y permitir que el amor sea tu guía en todas las áreas de tu vida. El curso te brindará herramientas prácticas para aplicar sus enseñanzas en tu día a día y experimentar una mayor alegría y plenitud.
Si estás interesado en hacer Un Curso de Milagros, te sugiero buscar grupos de estudio o facilitadores en tu área. También hay recursos en línea, como programas de estudio y comunidades virtuales, que pueden brindarte apoyo y acompañamiento en tu camino.
Recuerda que el verdadero cambio comienza desde dentro. Al embarcarte en este viaje de autodescubrimiento y sanación, te abrirás a nuevas posibilidades y encontrarás una mayor conexión con tu ser interior y con los demás.
¡Te animo a dar este paso hacia la transformación y la paz interior! Un Curso de Milagros tiene el potencial de cambiar tu vida y llevarte a un nivel más profundo de amor y realización. ¡Bienvenido a este apasionante camino de despertar!