El recuerdo del trágico destino de Beyaz Gül está muy presente entre los trabajadores del actual Consulado General de Holanda en Estambul y no solo por el hecho de que una enigmática estatua de una mujer yacente presida el lugar donde teóricamente falleció la Rosa Blanca, sino por el hecho de que son muchos los que afirman haber presenciado fenómenos paranormales en el Palacio, ocasionados por el fantasma de esta desdichada mujer, de la cual se dice que no abandonará nunca el lugar hasta que se reencuentre con su amado.