Una nueva tanda de ciudadanos toma por “abordaje” el poder, y nuestro clásico Ranking de Influyentes es síntoma de ello. Los argentinos le abren la puerta a un nuevo caballo de Troya y la vieja clase política no puede rechazar el regalo.
Llegar a la presidencia representó, para Javier Milei, seis años de esfuerzo desde su irrupción en la escena pública. Es, desde luego, el ascenso más AL ABORDAJE DEL PODER
El actual presidente apareció por primera vez entre los cien más influyentes en 2018, en la mitad de la tabla (43°). Un año después había alcanzado el puesto 27° y al siguiente, el 14°. En el año eleccionario 2021 alcanzó el 4°, subiendo luego al 2° en el 2022.
Tras su triunfo, se posiciona al tope (1°). Es importante señalar esto, ya que no todos los presidentes han tenido la virtud de ocupar el primer lugar del ranking: son los casos de Alberto Fernández y de Fernando DeLa Rúa. Personas que ocuparon el sillón de Rivadavia, pero no fueron percibidos como números uno del poder.
A Mauricio Macri le tomó veinte años hacer el mismo camino. Desde Boca Jrs hasta la presidencia (1995 – 2015). Ahora se mantiene en el puesto sexto, retrocediendo algunos lugares.
El segundo puesto este año es para Cristina Kirchner y esto refuerza la idea que sostenemos siempre: es la dueña del mayor caudal de votos opositor. Explícita o tácita, sigue siendo la mayor influencia política de su espacio.
Dentro de los diez primeros, hay solo cinco personajes de la política local vivos. Los mencionados, sumados a Patricia Bullrich (7°) y Victoria Villarruel (8°). Dos mujeres de perfil duro y peso propio en la escena, curiosamente distintas: la ministra es la única, de todos los candidatos perdedores de éstas elecciones, que se mantiene alto en la influencia. La vicepresidenta resulta también un suceso meteórico, considerando que el año pasado ni siquiera figuró entre los cien primeros.
Mientras tanto, otros contendientes del año electoral han caído en desgracia total: Sergio Massa al puesto 48°, Alberto Fernández al 54° y Horacio Rodríguez Larreta al 83°. Juan Schiaretti, de no figurar el año pasado, ocupa el puesto 82°.
Aparecen, respecto de otros años, muchos más personajes históricos, presidentes extranjeros, artistas, deportistas y demás. Lo considero otro síntoma más del disgusto de la gente sobre todo el ecosistema político al cual, este año, se dedicó a castigar y desmantelar.
Entre los asaltantes del poder, los nuevos, los advenedizos, encontramos también a Diana Mondino (27°), Karina Milei (70°), Luis Petri (75°), Martín Menem (76°) y Guillermo Francos (92°) por el lado de la política. A Esteban Trebucq (79°) por el lado de los medios, a Lali Espósito (87°) y Taylor Swift (39°) por el arte, a Jeff Bezos (90°) por los referentes del éxito empresarial y, finalmente, a Nayib Bukele (18°) y Adolf Hitler (36°) como polémicos nombres que juegan dentro del paño de la conversación política.
Este ranking vuelve a ser, como desde 1995, una excelente radiografía de las creencias de opinión pública respecto de la configuración simbólica del poder. La gente espera que lo nuevo traiga novedades buenas, y esa asociación por fuerte que sea, no siempre es lineal.
Por Lic. Jorge Giacobbe
Director de Giacobbe & Asociados