En la mitología escandinava se cuentan varios tipos de duendes que, por lo general, se asocian con el agua.
Estas criaturas viven cerca de granjas y ríos o lagos. Suelen vestir ropas de color azul o gris, y gustan de atraer a los humanos hacia el agua para ahogarlos.
En Noruega, el Fossegrimen aparece tocando un instrumento musical que, en ocasiones, comparte con quien logra verlo para enseñarle a afinarlo. Suelen asociarlos con el campo y las granjas.