Muchos creen que el caso Chocolate y el viaje a Marbella son solo dos piezas de un rompecabezas mucho más grande. Cómo piensa aprovecharlo Bullrich y la trastienda de la campaña de Milei.
“Declaro que no realizo actividades distintas a mi cargo actual en simultáneo con el ejercicio del mismo”. Este textual es de Martín Insaurralde en su declaración jurada. En palabras claras, dice que no le entra un sólo peso por fuera de su sueldo como jefe de Gabinete. Ahora, esa escueta afirmación es su principal problema penal. Insaurralde no sólo se subió junto a Sofía Clerici al yate Marbella Boat Charter, que cotiza en octubre 19.500 euros + IVA para dos días y una noche saliendo desde Sotogrande, tal cual hizo la pareja entre el 19 y el 20 de septiembre (Combustible y catering se cobran aparte). La cuenta se pone cada vez más ridícula si se suman hotel, gastos, vuelo en primera.
Pero el escándalo no se cierra en ese exceso. La lista de vuelos del hombre que no reconoce ingresos fuera de su sueldo público incluye un año nuevo en Miami a bordo de un jet privado de Baires Fly, previa escala en Paraguay y parada en Punta Cana. ¿Cuánto cuesta ese lujo? 140 mil dólares. Los jets privados fueron una fija en sus veranos en Punta del Este. Es difícil delimitar la vida de ricos del exhombre más fuerte de Lomas de Zamora. Ricardo Jaime terminó preso por desórdenes mucho más modestos que los de Insaurralde.
Las DJ de los funcionarios en la provincia de Buenos Aires son un acto de fe: llevó años que estén obligados a presentarlas y lo que finalmente lograron es una síntesis tan recortada (el anexo con los detalles queda bajo secreto y sólo puede ser pedido por la Justicia) que, si tienen una empresa, ni siquiera los obligan a mostrar cómo se llama. Pero aún con exigencias tan mínimas, Insaurralde cometió un error fatal que, si el combo de denuncias penales finalmente se unifica en una investigación seria, lo debería dejar en un camino sin salida.
Faltan dos semanas para las elecciones y las revelaciones abrieron el acceso a un cuarto muy oscuro de la provincia de Buenos Aires, donde las áreas de transparencia en el Estado atrasan cien años. En 2017 se aprobó la ley 15.000 que finalmente obliga a diputados y senadores a presentar su patrimonio. Si entrás ahora a la web del Senado provincial, está caída la página de Transparencia adonde deberían subir sus declaraciones juradas. Lo de Diputados ya se sabe. Desde que asumió la Presidencia del Cuerpo, Federico Otermin, candidato a Intendente de Lomas, y amigo íntimo de Insaurralde, se terminó el asunto. Nadie subió más nada. Lo último que se ve es de 2018. Todos datos del órgano en donde todavía falta mucho por revelarse del Chocolate Gate.
FOTO – Martín Insaurralde sirvendo champagne en el yate de lujo junto a Sofía Clerici. (Foto: Instagram/sofiaclericiok).
En el medio de este escándalo, despegó justamente el lunes 2 desde San Fernando hacia Fort Lauderdale un avión misterioso con matrícula de San Marino, que dormía en el Hangar 1 del aeropuerto bonaerense y que ahora está en Palm Beach, de donde dicen que no volverá porque el Insaurralde gate puso demasiada luz sobre esta nave llena de enigmas.
Es un gulfstream G400, matrícula T7-SUE que llegó al país hace cuatro meses para sumarse a la flota que opera, usa y mantiene Javier Faroni, el empresario teatral, amigo íntimo y político de Massa, que amplificó sus negocios a la venta electrónica de tickets a través de la firma deportick, con la que vendió las entradas para el partido homenaje a la selección después del Mundial.
Es un caso raro porque al tener matrícula extranjera no podía quedarse más de 35 días en la Argentina. Sin embargo, en este tiempo voló con intensísima actividad desde Argentina hacia España, eligiendo casi siempre destinos divertidos como Ibiza, Málaga (el aeropuerto al que se llega cuando vas a Marbella) y también Sevilla. Justamente el día de la primavera, “Chiqui” Tapia estaba en Sevilla para recibir una distinción en el World Futbol Summit. De ese evento volvió a San Fernando en el avión de Faroni. Un vuelo que cuesta 150 mil dólares. ¿Lo habrá pagado con viáticos de la AFA? ¿Será la generosidad de Faroni? Toda gente que se quiere mucho.
Hay que prestar mucha atención a esta nave porque voló también a Málaga -el aeropuerto adonde hay que aterrizar para ir a Marbella- en la misma fecha que Insaurralde. Se sabe que el aún intendente de Lomas de Zamora salió desde Ezeiza -adonde cruzó miradas con Horacio Rodríguez Larreta en el vip- en un vuelo de Iberia en primera clase. Quedan muchas dudas todavía sobre cómo llegó el intendente en licencia de Lomas de Zamora desde Madrid a la cita con su novia en el mediterráneo. La Justicia sigue esos pasos.
La flota de Faroni -que tiene a Tapia como viajero frecuente- se completa con un Lear Jet LV-FUT que le compró al financista K y arrepentido en la causa Cuadernos, Ernesto Clarens, un hombre con un juicio pendiente por supuesto lavado de 700 millones de pesos a Lázaro Báez. Clarens no vendió su avión acomplejado por los problemas judiciales. Lejos de tener complicaciones económicas, vendió ese Lear y adquirió -en la ventana que permitió comprarse aviones de lujo a dólar oficial- un Cessna Citation Sovereign que cuesta casi 8 millones de dólares.
¿Clarens tiene algo que ver con Insaurralde? No, por supuesto. Pero la ruta de los aviones en este país revela verdades infinitas sobre la política nacional.
Hay a esta hora una ansiedad desmesurada que intentan mostrar contenida en el oficialismo. Cruces de datos y encuestas buscando sostener que tanto descalabro no cambia la tendencia de las encuestas. La lista de fantasmas es delirante: dólar blue fuera de control sin reservas del Central para moderarlo, inflación sin techo y la invasión irreversible de la corrupción en la campaña. El estigma que terminó de arruinarles las elecciones en el 2021 con el Olivos Gate ahora escala a dimensiones insospechadas. Mientras leés esta columna, muchísimo dinero se está pagando a consultoras para que hagan un tracking que responda con difícil precisión adonde irán los votos. Mientras tanto, la decisión es instalar que hay paz. Difícil de creer.
El 22 de octubre está demasiado cerca, todas las noticias que se acumulan son pésimas y el domingo hay debate presidencial: en esta segunda ronda, Sergio Massa, prepara anticuerpos porque sabe que no será tan fácil como el domingo pasado, a pesar de que ya se sabía del yate bandido, el champagne y etc. “En el debate si te va bien, no ganás un voto. Pero si te equivocás, podés perder un montón”, dice una persona que lo asesora diariamente. Buscarán desesperadamente quedarse con el bloque de seguridad -adonde Bullrich se siente más fuerte-; traer propuestas económicas que no supo decir bien el domingo pasado. ¿Y Cristina? “Que le pongan la pulsera y se quede en El Calafate”, se envalentona un hombre que está dedicado al 100% al proyecto Massa. Puras estrategias de campaña. Massa mantiene el canal cotidiano y aceitadísimo con la vicepresidenta.
FOTO -Así es el “Bandido 90”, el lujoso yate que alquiló Martín Insaurralde durante sus vacaciones en Marbella. (Foto: Marbella Boat Charter)
La dispersión en cada espacio que compite en esta presidencial es tan grande que las anécdotas surgen de todos lados: esta semana, no sólo hubo mucho conflicto Macri-Bullrich por lo que dijo en Harvard, sino que el candidato libertario Ramiro Marra, de la más profunda cercanía a Milei, terminó una reunión con empresarios muy íntima y cerrada en la que dijo: “Javier es impredecible. Para mí voten a Massa”. Nadie entendió si era ironía o realidad.
El revoleo de encuestas cruzadas sostiene la versión que fue madurando después de las primarias. El último número lo dio Federico Aurelio esta semana con una proyección de 35 para Milei, 32 para Massa y casi 26 para Bullrich. En esa medición todavía no hay impacto del Insaurralde Gate. Jaime Durán Barba sostiene que ese escenario puede explotar espontáneamente con alguna noticia que mueva el tablero. Noticias sobran estos días.
Desde marzo, la consultora W viene midiendo nuestro estado de ánimo. La respuesta a los Focus es esperable pero no por eso menos demoledora. Sistemáticamente se repiten estas emociones: decepción, tristeza, dolor, desánimo, impotencia, frustración, hartazgo. Pero en el último mes y medio, después de las PASO, se sumó un sentimiento: “Estoy aturdido”, responden los argentinos. No es para menos. Hay demasiado ruido. (TN – Por Luciana Geuna)