En sus escritos, Santa Teresita del Niño Jesús relataba que cuando era niña sufría de una enfermedad que, por los síntomas, se asemeja a lo que hoy conocemos como depresión, un mal que aqueja a millones de personas en todo el mundo y que la santa habría superado gracias a la “Virgen de la Sonrisa”.
En sus textos, la santa carmelita escribió: “13 de mayo de 1883, fiesta de Pentecostés. Sobre la cama, puse mi mirada hacia la imagen de Nuestra Señora y…de pronto la Santísima Virgen me ha parecido bella, tan bella que nunca vi algo semejante, su rostro exhalaba una bondad y una ternura inefables, pero lo que caló hondo en mi alma fue la ‘sonrisa encantadora de la Santísima Virgen’”.
“En ese momento se fueron todas mis penas, dos gruesas lágrimas rodaron por mis mejillas y cayeron por mi rostro, eran lágrimas de pura alegría… ¡Ah! pensé, la Santísima Virgen me sonrió, estoy feliz… (…) Fuera por causa de ella, por sus intensas oraciones, que tuve la gracia de la sonrisa de la Reina de los Cielos…”, expresó.
Santa Teresita del Niño Jesús llamó a esta imagen “La Virgen de la Sonrisa” y difundió esta advocación primero en su familia. Luego la llevó al Carmelo de Lisieux. Finalmente, fue divulgada en todas las órdenes carmelitas y se propagó en el mundo.
Según indicó el sitio web IlTimone.org, alrededor del mundo muchas personas han asegurado que se han curado de la depresión y de otras enfermedades del alma gracias a esta devoción.