——————————————- Además, hay incontables historias donde Nuestro Señor a través de le intercesión de nuestra Madre, ha ayudado a muchas personas a encontrar la salud. Una de las primeras curaciones fue la de Joaquim Duarte Oliveira, que vivia en Lisboa, enfermó de cáncer y guardó cama durante años. Había seguido todos los tratamientos posibles de los mejores especialistas de Portugal, pero no sirvió de nada. La esposa, como último recurso, en octubre de 1927, se encomendó a la Virgen de Fátima, a la que hizo una promesa. Sobre la almohada del enfermo, dejó un ejemplar de Voz de Fátima, y comenzó a leerla. Con la lectura sintió crecer la fe y la esperanza en la Virgen. Inesperadamente, comenzó a orar a la Virgen de Fátima para que lo curase. En ese preciso instante se sintió transformado interiormente y totalmente curado: al día siguiente hizo su vida normal. Un mes después acudió con la familia a Fátima para agradecérselo a la Virgen.