“Hércules y Caco” es el nombre de una escultura que se encuentra en la Piazza della Signoria, en Florencia. Representa uno de los episodios narrados por Virgilio, donde Hércules vence la maldad del gigante, mitad hombre mitad sátiro, Caco. Cuentan que Caco había robado unos bueyes rojos que estaban pastando en el valle de Tíber.
Pronto, Hércules descubrió el robo, pero no logró hallar los bueyes ni al responsable. Fue hasta que entró a la cueva de Caco cuando finalmente los encontró, y como castigo lo descuartizó. Explicaciones históricas y antropológicas de esta leyenda dicen que es clave para comprender la evolución comercial de la zona, así como los inicios del culto a Hércules.