La política nacional y popular llega a su propio ocaso, al superar los 18 millones de pobres en todo el país
A días del renunciamiento de Mauricio Macri resulta conveniente repasar La Medusa, el Mono y la Marioneta, libro (2009) del filósofo y politólogo argentino Luis A. Intersimone, dónde estudia la génesis discursiva del peronismo. El autor analiza cómo se construyó el discurso político y social del peronismo, y cómo se relaciona con ideas y conceptos como lo político, lo sagrado y lo erótico. Es posible establecer ciertas conexiones con el Frente de Todos y las figuras de Cristina Kirchner, La Cámpora y Alberto Fernández. Está claro a quién representa la Medusa y quien la Marioneta. El papel del Mono se lo asignamos a La Cámpora. También es claro que, para ese sector de la política nacional y popular, el relato es más importante que la realidad misma. Tanto su construcción lógica, como su estética son cuidados con extremo celo.
En su maratón personal de locura y conspiraciones imaginarias, a minutos de que el presidente Alberto Fernández tuviera la ansiada reunión con su par norteamericano, CFK salió nuevamente a la palestra con sus previsibles tweets azuzando lo que únicamente sus seguidores más fanáticos creen: “Tal cual lo dije: ¡Proscripción! Y para que nadie tenga dudas, del norte llegan refuerzos al Partido Judicial y a Comodoro Py ¿En serio lo va a seguir negando? Dale”.
El miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos Ted Cruz, presentó un proyecto de ley para exigir que se investigue y sancione a CFK, junto con Máximo, Juan M. Mena, Carlos Zannini y Carlos Parrilli. ¿Qué dijo? “Cristina Fernández de Kirchner es una política profundamente corrupta que ha socavado el estado de derecho de Argentina y sus instituciones políticas. La evidencia en su contra es pública, creíble y respaldada por los tribunales argentinos”. Un nuevo problema para Cristina.
Pero Alberto no se quedó con la sangre en el ojo por el inoportuno tweet de su titiritera. Cumpliendo su promesa de acabar con dos décadas de kirchnerismo, le subió el precio a Javier Milei al compararlo con Hitler. Para algunos se trató de una comparación torpe y aventurada. No comparto esa visión. Todo parece indicar que el presidente está más interesado en una PASO entre JxC y los libertarios que en coadyuvar para que el Frente de Todos termine obteniendo, al menos, una derrota digna. Es que todo lo que se viene diciendo del presidente, por sus propios compañeros (como el exabrupto verbal con el que Berni se despachó nuevamente esta semana), no es gratis. Alberto está dispuesto a cobrarse la cuenta antes de volver al departamento prestado en Puerto Madero, donde, libro mediante, prevé revelar muchas de las cosas que pasaron durante su fracasado gobierno. Mientras tanto Milei se frota las manos, sube en intención de voto, y si no se equivoca mucho, puede ser la gran sorpresa.
Intersimone utiliza la medusa como una metáfora para representar la complejidad y la imprevisibilidad de la realidad contemporánea. Cristina es ya todo un ejemplo de una medusa que distorsiona la realidad para acomodarla a su relato, sin importarle absolutamente nada más. En la mitología griega, la Medusa era una de las tres hermanas Gorgonas. Se la describía como una mujer con cabello de serpientes, garras de bronce, colmillos afilados y una mirada que podía petrificar a sus víctimas. En la cultura popular actual, la imagen de la Medusa se utiliza a menudo como símbolo de misterio, peligro y fascinación. Algunos de los análisis y reflexiones que se hacen en el libro sobre la figura de Eva Perón puedan ser relevantes para entender ciertas dinámicas políticas y culturales que rodean a figuras como Cristina Kirchner, quien tuvo una influencia decisiva en el fracaso argentino actual (el índice de pobreza dado a conocer hace pocos días es suficiente evidencia del ocaso cristinista), haciendo de su propio relato una estrategia de dominación y poder. CFK desprecia al peronismo (lo dijo ella misma) pero supo cómo usarlo en su favor, y, ahora en su declive, lo arrastra al fondo del pantano.
Las principales razones por las que el peronismo se ha debilitado bajo su influencia son, en mi opinión, las siguientes:
-Escándalos de corrupción: durante el gobierno de Cristina Kirchner salieron a la luz diferentes episodios que afectaron a su gestión y que generaron desconfianza y descontento en muchos sectores de la sociedad. Esto ha afectado la imagen del peronismo debilitando su apoyo popular.
-División interna: la influencia de Cristina Kirchner ha generado divisiones internas dentro del peronismo, entre aquellos que apoyan su liderazgo y quienes lo rechazan, hoy cada vez más. Esto ha debilitado la unidad del movimiento y ha dificultado su capacidad de acción política.
-Estilo autoritario: algunos sectores de la sociedad han criticado el estilo autoritario y confrontacional de Cristina Kirchner, que ha generado tensiones y polarización en la sociedad argentina.
-Pérdida de apoyo popular: durante la influencia de Cristina Kirchner, el peronismo perdió apoyo popular en algunas regiones del país y en sectores de la sociedad que se sintieron excluidos o desatendidos por su gestión.
Lo más grave de todo este proceso que nos llevó a un gobierno que agoniza en sus últimos estertores (faltan 8 meses y 8 días para que Alberto entregue el mando al próximo presidente), es que nos quedamos sin moneda, con una inflación de tres dígitos, una fuerte pérdida del poder adquisitivo de los salarios, la conversión de las escuelas públicas en centros asistenciales de los sectores más perjudicados, y el reemplazo, también en esos sectores frágiles, del Estado por los “narcos”, quienes ahora se manejan como los verdaderos dueños del territorio frente al retiro, la inacción o la impotencia de las fuerzas de seguridad. Este es el resultado final de dos décadas de populismo salvaje, bajo el liderazgo de CFK, que sigue gozando de millonarios privilegios pagados con el esfuerzo de quienes dice proteger, cobrando entre otros ingresos el equivalente a más de 25.000 dólares blue por su jubilación. Cristina pasó de ser la Reina Polenta a convertirse en la Medusa Decadente, ahora en soledad, sin un “Macri” con quien confrontar y culpar de todos sus males.
Finalmente, Intersimone utiliza la figura del “mono” para referirse a las personas que actúan sin criterio propio y se dejan manipular por los intereses de otros, en contraposición a aquellos que piensan de manera crítica y autónoma. Los “monos” se asemejan a los integrantes de La Cámpora, conformando un grupo político hoy muy devaluado en la sociedad. En cuanto a su rol en el debilitamiento del peronismo, es cierto que la Cámpora ha generado controversias y divisiones incluso dentro del Frente de Todos, especialmente en lo que se refiere a la distribución del poder, el manejo de las cajas estatales y la conformación de las listas electorales. La Cámpora ha sido un factor de polarización dentro del Frente de Todos, dificultando la conformación de una estrategia política coherente.
Poco a poco el panorama de cara a las PASO comienza a despejarse, al mismo tiempo que se agrava la crisis institucional, con más amenazas sobre el fiscal Diego Luciani y una denuncia que se dio a conocer por parte del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, donde pide se investigue su robo de identidad en Misiones, producto del cual se habrían obtenido cuatro líneas de celular a su nombre. El ya comentado por todos renunciamiento de Mauricio Macri, lo ha convertido en el Perseo de la mitología, quien mientras las Gorgonas dormían, atacó, usando el pulido escudo de Atenea para ver el reflejo del horrible rostro de Medusa y evitar su mirada petrificante mientras la decapitaba con una espada de diamante, al mismo tiempo que el presidente Marioneta se queda más solo y débil que nunca (pergeñando su venganza) y los monos de La Cámpora corren para colgarse del bananero (la Provincia de Buenos Aires) para seguir comiendo a costa de todos (y todas). (INFOBAE – Por Jorge Grispo)
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