Esta hermosa leyenda cuenta que una sirena decidió quedarse en la Ciudad Vieja por lo hermoso del lugar, afectando la labor de los pescadores. Cuando estos decidieron atraparla, quedaron encantados con su voz, enamorándose de ella irremediablemente. A partir de entonces ella les cantaba todos los atardeceres.
Un rico comerciante logró atraparla, pero su hijo escuchó el llanto de la sirena y decidió liberarla al amparo de la noche. En señal de gratitud la mujer pez les prometió defender la ciudad de cualquier amenaza.
Desde entonces la sirena de Varsovia, armada con una espada y un escudo, defiende la ciudad y a sus habitantes. En recordatorio de ésta hermosa leyenda hay una bella escultura en Plaza del Mercado de la Ciudad Vieja.
