Hay una leyenda de la Caverna de las Brujas que fue transmitida de boca en boca, de generación en generación entre los habitantes de la zona, y hoy le da un toque de misticismo al recorrido. Según cuenta, antiguamente el pueblo de Bardas Blancas dominaba la región, era una de las tribus más poderosas que tenía cautiva a dos mujeres blancas, quienes fueron lastimadas en las plantas de los pies, para que no pudieran huir de las tolderías. La leyenda cuenta que cuando sanaron sus heridas, las dos cautivas se refugiaron en la caverna, en la Sala de la Virgen. Los pobladores vieron salir a dos grandes lechuzos por la puerta de ingreso, lo que hizo suponer que las mujeres brujas se habían transformado en aves y escapado de esa forma. A partir de esos días, los habitantes de la zona comenzaron a ver a dos mujeres de aspecto andrajoso, pelos largos y muy sucias, que en altas horas de la tarde salían de la caverna y volvían a ingresar. –