En el departamento de Piura, como sabemos, se encuentra Cabo Blanco. Dicen que en este sitio ocurrió un caso que hasta ahora se recuerda con mucho temor. Pues cuentan que gentes que se dedicaban a la pesca en las noches iban en su bote a pescar cerca de Cabo Blanco, pero no volvían nunca más; sólo su barca era devuelta por las olas a la
orilla, pero sin la menor seña de algún pobre pescador; desaparecían misteriosamente, como por encanto. Y cuentan que todas las noches aparecía un barquito luminoso a pasearse y navegar; y luego desaparecía en la inmensidad de las aguas. En Semana Santa era cuando los dedicados a la pesca sentían un impulso de irse muy adentro del mar a pescar, pero no se volvía a saber nada de ellos.
La esposa de un pescador estaba cierta vez triste y desesperada por la tardanza de su esposo, cuando sintió un inmenso calor en todo el cuerpo y el reflejo tan grande de la luz de aquel barquito; y luego ella quiso huir hacia su humilde hogar, pero quedó petrificada y una voz débil le dijo: «No habrá más aflicciones para este sitio, pero pido que mañana, que es día de San Juan, arrojen al mar un niño sin bautizar, a las doce de la noche, o si no, los hombres que fueron a pescar desaparecerán».
La mujer palideció y prometió hacer lo convenido; la barca desapareció rápidamente. Para esto, todas las mujeres comentaban sobre la voz que había salido de la barca. Y una mujer, haciendo el más grande de los sacrificios, tomó a su hijita en sus brazos; la niña estaba moribunda, desahuciada por los médicos; y con gran pena arrojó la criatura al mar. Y una luz hizo estremecer a la mujer: era la explosión de aquella barca que según dicen era de un pirata que estaba condenado y que quiso salvarse haciendo desaparecer a muchos hombres; pero sólo un niño sin pecado podía salvarlo; y es por eso que desapareció para siempre aquella inmensa pena e inquietud de los pescadores, con el sacrificio de la criatura moribunda. Sin embargo, aún hoy, con mucha timidez, van cerca de ese sitio, para ver si sale la barquita mágica, pero la barquita no se asoma.
Y dicen que sólo para Semana Santa sale a las doce de la noche y da terror.