REFLEXION ENTRE ABUELO Y NIETO

REFLEXION ENTRE ABUELO Y NIETO

Abuelo, ¿por qué siempre te sientas solo en la terraza al atardecer?

…Nieto, es mi momento para reflexionar sobre la vida, sobre todo lo que he vivido.

• Pero, ¿no te gustaría tener a alguien con quien compartir esos pensamientos?

…Por supuesto, nieto, pero sé que todos están ocupados con sus propias vidas.

• Yo podría sentarme contigo, abuelo. Me gustaría saber en qué piensas.

…No quiero interrumpir tu tiempo, prefiero que vivas tu juventud plenamente.

• Mi tiempo contigo también es valioso, abuelo. Quiero aprovecharlo mientras te tengo.

…Eso me conmueve, nieto. La compañía es algo que, con el tiempo, se vuelve cada vez más preciado.

Desde ese día, el nieto comenzó a sentarse con su abuelo cada atardecer, compartiendo pensamientos, reflexiones y silencios que hablaban por sí mismos. Lo que comenzó como un simple gesto, se convirtió en un ritual que unió a la familia.

• Abuelo, ¿te sientes más acompañado ahora que compartimos estos momentos?

…Mucho más, nieto. Tu presencia me da fuerzas y me hace sentir que no estoy solo en este viaje.

• No estás solo, abuelo. Siempre estaré aquí para ti, como tú has estado para mí.

…Eso me da paz, nieto. Saber que tengo a mi familia cerca es todo lo que necesito.

Reflexión

La historia nos recuerda que, a veces, lo más importante no es lo que decimos, sino nuestra presencia. Estar ahí para nuestros seres queridos, compartir tiempo con ellos, es un acto de amor que no tiene precio. Los pequeños gestos de acompañamiento pueden tener un gran impacto, especialmente en quienes sienten que el tiempo les ha arrebatado la compañía de sus seres queridos. Acompañar, escuchar y simplemente estar presentes es un regalo que podemos dar a nuestros abuelos y que ellos valorarán profundamente.

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