–
Cuenta la leyenda que el dios nórdico Thor se levantó una mañana echando en falta su gran martillo; se lo habían robado. Al darse cuenta del robo, Thor fue corriendo a buscar a Loki, su hermano malvado, creyendo que podría tener algo que ver con lo sucedido.
Tras interrogar durante varias horas a Loki, éste le contó que podría haber sido obra de los gigantes, y que fuera cuanto antes a visitarlos, para averiguar de una vez por todas quién era el responsable del robo.
Una vez en el reino de los gigantes, Thor encontró su preciado martillo. Resulta que el rey de los gigantes, Thrym, fue quien lo había robado, y exigía como rescate para devolverlo, la mano de la diosa Freya.
Para solucionar el conflicto, de nuevo intervino el dios Loki, quien sugirió disfrazar a Thor con los ropajes y el collar de Freya. Al escuchar sus palabras, Thor se atavió con el velo de la diosa y partió rápidamente a la tierra de los gigantes para recuperar su martillo.
Al llegar allí, el rey de los gigantes organizó un gran banquete para la boda y al sellar su enlace con el gigante, Thor se despojó de su disfraz y recuperó su martillo a toda velocidad.
Al contemplar la escena, Thrym suplicó clemencia, pero fue demasiado tarde, ya que Thor llenó la estancia de truenos y rayos que acabaron con la vida de todos los gigantes, incluido el rey