Benita Campos fue docente y periodista, nació en 1870 y falleció en 1928. En su destacada trayectoria, la salteña creó y dirigió durante más de una década la revista Güemes, dedicada a difundir la obra del prócer. Por iniciativa suya, se
organizó un concurso abierto a nivel nacional, para que el Grl. Güemes tuviese un Himno, un canto jubiloso a su obra patriótica, a la grandeza de sus tropas y, particularmente, a sus gauchos, partícipes y constituyentes de la Libertad e
Independencia Argentina.
Resultó elegida la obra del poeta bonaerense Gabriel Monserrat, musicalizada por el compositor italiano Rafael Baldassari y estrenada en Salta en una memorable velada patriótica, en 1909. La extensa letra fue adaptada, en la
actualidad se cantan solo dos estrofas y el estribillo del Himno a Güemes:
¡Escuchad! Hondo grito de guerra
hiende el aire vibrando cual trueno
desde Salta a Yavi en su seno
que hace al gaucho patriota indignar.
Y cual recio huracán que se agita
estruendoso en carrera gigante
así corre aquel pueblo arrogante
de opresores la Patria a librar.
Gloria eterna a los gauchos famosos
que al triunfar en la lid sin cuartel
coronaron la Patria orgullosa
de radiante y sublime laurel.
Laurel, laurel
radiante y sublime laurel…
En su versión original, el himno pondera a la Patria, a Güemes, a sus tropas. Describe caminos del sur de Bolivia, de Jujuy y de Salta. El autor llama marciales a los relinchos de los corceles, se pregunta ¿qué será de la Patria querida, ante el empuje de tropa aguerrida, ¿qué será del humilde salteño, sin laureles, sin pompas, sin armas, que vive en constante alarma, sin el oro triunfal? En otra estrofa, luego de llamar hijos del Cid a los españoles, expresa:
El soldado que triunfa en Europa
que cubrió con laurel su oriflama
moralmente brillando la fama
fue perdiendo de gran vencedor.
La soberbia, confianza y pericia
adquiridas en campos de guerra
¡igualar a esos gauchos le aterra
que sería agraviar a su honor!
(…)
En la última vez que invadieron
hiere a Güemes el plomo, y la vida
al rendir con su barba florida
entra a Lima triunfal San Martín.
Y Bolívar que vence hasta Quito
de Colombia en las armas al frente
va al encuentro del Héroe eminente
¡a sellar Libertad al confín!
(…)
En el Epinicio del Himno, la Patria dice:
… Voy vestida de blanco y celeste
lauros orlan a mi gorro frigio
ya en mi brazo borróse el vestigio
de los hierros de la esclavitud.
Si debajo mi lindo ropaje
late un pecho con un fuego patrio
y ora alzo mi pie sobre el atrio
del progreso, el honor, la virtud.
(…)
Y Salta es definida como la Esparta del Norte:
¡Yo soy Salta, la Esparta del Norte
grande y firme baluarte en mis días
a mis pies se estrelló tiranías
como en peñas las olas del mar.
Mis hermanas augustas flamearon
en los Andes la sacra bandera,
bajo el sol que de verla hechicera
de pasión fue su disco a estampar!
Gabriel Monserrat dedicó, impresa en la tapa, la edición del Himno a la docente con la expresión “A la distinguida Srta. Benita Campos, directora de la Revista Güemes”. Un ejemplar de esta publicación, numerada, fue obsequiada a la autora del Boletín Güemesiano por el cineasta y fotógrafo argentino Ricardo Preve. Se trata del tono original, costeado por el gobierno de la Provincia de Salta, en mayo de 1910. En la tapa consta que la obra fue premiada con medalla de oro en el Concurso Musical de la Revista Güemes. Posteriormente, el Dr. León Benarós obsequió a la autora del Boletín Güemesiano, la edición aprobada por Resolución del Ministerio de Instrucción Pública, para ser cantada en las escuelas normales de la Nación Argentina, fechada en diciembre de 1918. La publicación fue dedicada por Monserrat: “A la distinguida escritora salteña Señorita Benita Campos”. La música de esta versión es de Enea
Verardini, considerada la más apropiada para alumnos del Curso Normal en las escuelas de la Nación.
Monserrat deja entrever un profundo conocimiento y admiración de la Gesta Güemesiana. Cada estrofa del himno da cuenta de la lectura crítica y reflexiva, lo que hace del texto una lección para la enseñanza y el aprendizaje.
La poesía coincide con lo que afirmó del héroe, el Dr. Martín Gabriel Figueroa Güemes: “La conducta de Güemes, desde sus primeros pasos por el camino de su gloria es limpia y valerosa. Guarda perfecta consonancia con las virtudes ciudadanas que gobernaron su vida durante la totalidad del corto tiempo de su duración”. Quizás porque el héroe, al decir de Joaquín Castellanos: “Fue un hombre integral. Se anticipó a los estadistas de la democracia en todo el mundo civilizado, buscando en la gran raíz de la vida popular, la savia fecundadora de sus energías y el material humano para las grandes empresas”.Boletín Güemesiano Digital Nº 278 – Mayo de 2024