LITERARIAS
¡Veinte y cinco feliz! Hoy tu victoria
derrocó la soberbia de un tirano,
y levantó con triunfo soberano
a nuestra patria al colmo de la gloria.
La época empezaste de una historia
En que pudo el humilde americano
Desatar la cadena de su mano
Llenando de grandeza su memoria.
¡Oh día grande, heroico y memorable!
¡Oh día de virtud! ¡Qué regocijo,
al oir tan solo tu renombre amable
de la América siente el ínclito hijo!
Tú mereces loores cuanto es dable,
Pues que el Dios de la patria te bendijo. De Fray Cayetano Rodríguez