UNA MUJER DE 100 AÑOS, UNA HERENCIA MILLONARIA Y UN MISTERIO: LA TRAMA DEL CASO QUE TIENE EN VILO A PERGAMINO

UNA MUJER DE 100 AÑOS, UNA HERENCIA MILLONARIA Y UN MISTERIO: LA TRAMA DEL CASO QUE TIENE EN VILO A PERGAMINO

Leonor Estallo Sánchez llevó a juicio a su nuera, dos de sus nietos y una escribana por presunta falsificación del testamento de su hermana Zulma, fallecida en 2017. Ambas provienen de una tradicional familia bodeguera y son herederas de dos estancias y más de una decena de casas y departamentos.

Las raíces de esta historia se remontan a más de un siglo atrás, cuando Don Arturo emigró de España para afincarse en una Argentina próspera y con un lugar privilegiado en el orden mundial. Junto a dos socios -uno de ellos era su cuñado- llegaron a Mendoza y quedaron impactados por la belleza del paisaje y el abanico de oportunidades que ofrecía la zona. Tiempo después, Don Arturo fundó la bodega Estallo Sánchez e Hijos, emblema en San Rafael.

Don Arturo tuvo tres hijas: Nilda, Zulma -ya fallecidas- y Leonor, que tiene 100 años y hoy está al frente de una disputa familiar por una herencia multimillonaria, en un caso que tiene en vilo a Pergamino, el lugar de residencia de los Estallo Sánchez.

En 2017, poco después de la muerte de Zulma a sus 99 años, Leonor elevó a la Justicia las sospechas que la venían acechando desde hacía un tiempo. En la etapa final de su vida, Zulma había sufrido demencia senil y Alzheimer. Leonor descubrió que el testamento de su hermana presentaba irregularidades, y decidió ir a fondo en su desconfianza. Finalmente, llevó a juicio a su nuera, dos de sus nietos y a una escribana que intervino en la operación.

A los cuatro se les imputa una presunta falsificación ideológica de instrumento público y estafa en grado de tentativa. El debate se desarrolla en los tribunales de la ciudad situada al norte de la provincia de Buenos Aires. Por estos días, el juez Carlos Picco, a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal N°1, intenta develar si la mujer fallecida firmó o no el testamento cuestionado, y si eventualmente lo hizo en pleno uso de sus facultades mentales y consciente de sus actos.

Según consta en la causa, Leonor descubrió que, antes de su muerte, Zulma habría sido engañada para favorecer con el acervo hereditario a otros miembros de la familia, que son quienes hoy ocupan el banquillo de los acusados. Se trata de Noemí Sánchez -nuera de Leonor-, María Paula Giménez y Guillermo González Giménez -nietos de la denunciante-, y la escribana María Florencia Peries. De ser encontrados culpables, afrontan una pena que va desde los 12 meses hasta los 6 años de prisión.

Zulma y Leonor son las herederas naturales de un millonario legado de sus padres: dos estancias -una en Urquiza de 580 hectáreas y otra en La Pampa de 2300 hectáreas- y más de una decena de casas y departamentos ubicados en Pergamino, Mendoza, Capital Federal y Mar del Plata. Zulma era soltera y no tenía herederos naturales, por lo cual su parte correspondería a Leonor, según establecen las leyes argentinas.

Versiones cruzadas y muchas incógnitas

Durante las sucesivas audiencias realizadas esta semana, las empleadas encargadas de cuidar a Zulma contaron que la mujer había sido víctima de maniobras de aislamiento por parte de su nuera y nietos, y que fue apartada de la casa donde convivía con su hermana. Además, coincidieron en que temía que la envenenaran, y que la anciana repetidamente les expresaba su temor a que le colocaran algo en la comida o la bebida para provocarle la muerte y cobrar la herencia en forma anticipada.

La defensa sostiene que el testamento -celebrado en el año 2010- es lícito y que Zulma lo firmó en plena conciencia de sus actos. También niega las versiones de la fiscalía y la querella sobre una mala relación familiar entre la mujer fallecida y los demandados.

“Las empleadas que trabajaron con la señora Zulma también dieron detalles de la personalidad soberbia y avasallante que ella tenía, y en la causa figuran declaraciones de asistentes sociales que afirmaron que el vínculo con su nuera y sus nietos era excelente”, contó Rodolfo Migliaro, abogado defensor, a TN.

Este jueves, durante la tercera jornada del juicio, una testigo negó su firma en el testamento y afirmó que no conocía a Zulma Estallo Sánchez. A su vez, una psiquiatra que la atendió en noviembre de 2010 -unos días después del registro del documento cuestionado- declaró que la mujer presentaba entonces un importante deterioro cognitivo y que “no estaba en condiciones” de firmar ningún testamento.

“También declaró otro psiquiatra y dijo que Zulma estaba perfectamente lúcida, ubicada en tiempo y espacio, y podía disponer libremente y por propia voluntad de su patrimonio, como lo hizo con la suscripción del testamento”, insistió Migliaro. Y agregó: “No hay certezas sobre la incapacidad que sugiere la acusación que poseía Zulma al momento de la firma”.

Según el letrado, “hay distintas opiniones sobre varios temas. La testigo hoy lo niega, pero en su momento el fiscal ordenó una pericia caligráfica que determinó que efectivamente se trataba de su firma”.

Este viernes se realizó un careo entre esa testigo, quien ratificó su declaración, y otra profesional que dijo haber participado del acto de firma del testamento. El juicio continuará la próxima semana, con los alegatos de las partes.  (TN – Por Mariano López Blasco)

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