Cuenta la leyenda que en los montes y bosques de Euskal Herría habitaba un hada de pelo rubio y muy largo que vivía plácidamente con sus duendecillos. Un día encontraron un bebé recién nacido junto a un riachuelo y decidieron llamarle Olentzero.
El hada le dió al bebé los regalos del coraje y el amor para toda su vida posterior y acto seguido llevó al bebé a casa de un matrimonio sin hijos que vivía en las montañas y que se hizo cargo del niño durante años.
Durante ese tiempo, Olentzero aprendió el oficio de su padre, cortador de leña, y al cabo de unos años sus padres fallecieron, quedando él solo en la casa de las montañas y cortando leña de sol a sol.