Las colocaciones a 30 días atrajeron a muchos ahorristas gracias a tasas de interés nominales récord. Pero los bancos sirvieron de poco para cuidar el valor de los ahorros.
El cepo cambiario y una agresiva seguidilla de subas de tasas por parte del Banco Central (BCRA) hizo que el año pasado el depósito a plazo fijo captara la atención de miles de ahorristas que no podían o no querían comprar dólares. Tasas nominales récord, que llegaron al 133% nominal anual, tentaban a minoristas con saldos ociosos en pesos dados los importantes pagos de intereses que prometían. Pero la inflación y la suba del dólar defraudaron las expectativas de estos depositantes que, como consuelo, apenas pueden decir que morigeraron el impacto del avance de los precios sobre sus pesos.
Para estimar cómo le fue al plazo fijo en 2023, Infobae realizó una simulación en la que se colocaron $100.000 en un depósito a plazo fijo a 30 días en el último día hábil de 2022, el 20 de diciembre. En ese entonces, la tasa de interés de referencia y que a su vez era el mínimo rendimiento que estaban forzados a pagar los bancos por esas colocaciones en base a la normativa del BCRA, estaba en el 75% nominal anual.
Partiendo de esa colocación original, se calcularon once depósitos más. Cada mes, la inversión simulada percibía los intereses correspondientes y, tanto los $100.000 iniciales como los intereses, se iban reinvirtiendo en nuevos plazos fijos sucesivos a 30 días.
Fuente: Infobae