La hermana Mariam Baouardy fue canonizada por Francisco en 2015
Un ejemplo más reciente de levitación es Santa María de Jesús Crucificado (1846-1878), quien fue canonizada el 17 de mayo de 2015 por el Papa Francisco. El 22 de junio de 1873, la santa no estaba en la cena y sus compañeras monjas fueron a buscarla. La encontraron en equilibrio sobre un gran tilo, cantando. La maestra de novicias le ordenó que bajara sin lastimarse, y ella obedeció de inmediato.
Las monjas documentaron siete ocasiones más en las que levitó. Como es habitual en estos casos, algunos sospecharon de ella por engaños, por lo que la espiaron y observaron, pero no se pudo descubrir una explicación natural.
Hay una maravillosa inocencia, incluso infantil, -afirma el autor- en las historias de las levitaciones de la hermana María. Ella pasaba de rama en rama del árbol mientras cantaba el amor de Dios. Al final de su vida, los testigos dieron fe de ocho episodios de este tipo, todos en el patio de su monasterio. En ella se puede ver cómo un amor simple y fiel a Dios a veces puede hacer que se supere cualquier limitación. Por lo general, esto sucede interiormente a través de la conversión del alma por la gracia, pero a veces, en circunstancias extraordinarias, puede ocurrir externamente a través del cuerpo.