También en la aldea africana de Kibeho, en Ruanda, la Virgen se mostraría, a partir del 28 de noviembre de 1981. Los protagonistas de las apariciones fueron seis chicas y un chico que conocieron a una mujer de extraordinaria belleza en el colegio donde estudiaban. La señora se presentó como la Madre del Verbo. Durante las apariciones posteriores, además de exhortar a los jóvenes a la oración, la Virgen reveló las terribles masacres que teñirían de sangre Ruanda en los años siguientes. Para combatir contra el mal y buscar la paz, los únicos caminos serían la oración, el ayuno y el amor al prójimo.