LITERARIAS
Esta narración se cuenta en el departamento de Pocito, en la provincia de San Juan. Aunque no se sabe con certeza su origen, es un relato que pudo haberse forjado durante el siglo XVII, en torno a una mujer nativa de la zona llamada Mariana.
Esta narración pretende dar una explicación a cómo surgió el nombre de esta villa. Mariana es un personaje que, incluso, tiene su propia escultura en una de las plazas de Pocito.
Cuenta la leyenda que, en lo que hoy se conoce como Pocito, vivió hace mucho tiempo una mujer llamada Mariana. Ella, siempre que iba a comprar, pagaba con unas pequeñas piedras de oro, y los pobladores le preguntaban de dónde las había sacado. Ella siempre respondía que las conseguía de un “pocito”.
Mariana siempre iba acompañada de su perro protector. Un día, unos malhechores quisieron perseguirla para robarle las piedras y descubrir en dónde quedaba ese “pocito”. Para la sorpresa de los ladrones, el perro de Mariana les mostró sus colmillos y huyeron atemorizados. Cuentan que escucharon la carcajada de la mujer, a la cual jamás volvieron a ver por allí. Tampoco descubrieron el origen de esas misteriosas piedras.