¿Por qué los gallegos se sientan en la última fila cuando van a ver películas cómicas?
Porque el que ríe último, ríe mejor.
En su viaje a Nueva York, Manolo compró una televisión para llevársela a su familia.
«¿Es qué no hay televisores en su país?», preguntó alguien.
«Claro que los hay, pero los programas de aquí me gustan mucho más».
¿Por qué los gallegos no entran en la cocina?
Porque cuando una vez entraron había un recipiente que decía «sal».
Esto es un gallego que se sube al taxi de otro gallego y le dice:
– Lléveme donde haya mujeres que quieran salir.
– Y el tonto del taxista lo llevó a la cárcel de mujeres.