Humor

Humor

Una vieja está en la puerta de una casa queriendo tocar un timbre, pero ella no lo puede tocar porque no lo alcanza, de repente llega un señor y muy amablemente se ofrece:

– Señora, buenos días, ¿En qué puedo ayudarle?

– Por favor joven, ¿puedes ayudarme a tocar el timbre?

– Señora, con mucho gusto, le respondió. Ya está señora, y ¿Ahora qué?

La señora le responde:

– ¡A correr!

Dos ancianas que se encuentran por la calle y le dice Marisita a Estelita:

“¿sabes que han subido las pensiones? Y contesta la otra: “Es igual, yo siempre hago el amor en hoteles”

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