MILAGRO DEL ASCENSOR

MILAGRO DEL ASCENSOR

En la década de 1950, en la entonces Checoslovaquia comunista, un adolescente recibió una Medalla Milagrosa de un seminarista clandestino. Pese al riesgo de llevar símbolos religiosos, este joven decidió colocar la medalla en su cuello y utilizarla mientras trabajaba un verano en una construcción. Cuando su supervisor le dijo que se lo quitara, continuó usándolo.

Al día siguiente, cayó en un agujero que contenía el motor con ruedas, engranajes y correas en movimiento de un montacargas poco sofisticado que permitía a los trabajadores de la construcción transportar materiales a los pisos superiores del edificio de apartamentos que se estaba construyendo. Sus compañeros de trabajo lograron sacarlo y atónitos vieron que resultó ileso. Pudo levantarse y seguir trabajando. Y creía fervientemente que era la protección de la Santísima Madre, recibida a través de la medalla, lo que lo mantuvo a salvo.                              

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