Ragnarok es lo que se conoce como el destino de los dioses, es decir, el fin del mundo para Odín y los suyos. La profecía dice que, tras tres inviernos gélidos y ni un solo verano, se desencadenarán las guerras y los hermanos lucharán con sus hermanos. El lobo Fenrir se liberará de sus cadenas y la serpiente de Midgar morirá a manos de Thor, que, a su vez, sucumbirá a su veneno. Muchos de los dioses nórdicos perecerán, pero sobrevivirán dos que instauraran un nuevo orden sobre la Tierra.