Humor

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MONSEÑOR

La novicia del convento está escribiendo una carta y comienza:

– Querido Monseñor…

Se da cuenta de que aquél puede malinterpretar sus palabras y vuelve a empezar.

– Excelentísimo Monseñor…

Recapacita pensando que es demasiado formal.

– Sr. Monseñor…

Este título le parece muy mundano. Sigue probando varios títulos y decide que el mejor es Don Monseñor.

Para asegurarse de no meter la pata, le pregunta a la Madre Superiora:

– ¿Madre, Monseñor se pone con Don?

– Claro que se pone condón, sino este convento sería una guardería.

LA SABIA Y ANCIANA MADRE SUPERIORA ESTABA MURIENDO.

Las monjas de la congregación se reúnen alrededor de su cama para hacer que se sienta cómoda en sus últimos momentos de vida.

Le ofrecen un poco de leche caliente, pero ella lo rechaza…

Una de las monjas de repente tiene una idea, le quita el vaso y se dirige de nuevo a la cocina.

Recuerda que la Navidad anterior recibieron como regalos una botella de whisky irlandés.

La abre y vierte una generosa cantidad en la leche tibia.

De vuelta a la estancia de la madre superiora, le pone el vaso en los labios. La monja bebió un poco esta vez, luego un poco más.

Y antes de que se dieran cuenta, ¡se había bebido toda la copa hasta la última gota!

“Madre”, dice una de las monjas, “Por favor, danos algo de sabiduría antes de morir”.

Y la madre superiora se incorpora en la cama, con una mirada piadosa en su cara, y dice:

“Ni se les ocurra vender esa vaca”

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