HERMANA LUIGINA TRAVERSO, LA MONJA QUE SINTIÓ “UN CALOR FUERTE”

HERMANA LUIGINA TRAVERSO, LA MONJA QUE SINTIÓ “UN CALOR FUERTE”

La monja italiana tenía 30 años cuando en julio de 1965 llegó a Lourdes por primera vez. Afectada por una parálisis de la pierna izquierda, participó en las celebraciones tumbada en una camilla. El quinto día de la peregrinación, durante la adoración, sintió un fuerte calor que la invitó a enderezarse. Inmediatamente pudo mover los miembros inferiores paralizados y el dolor desapareció.

Reconocido como milagro 11 de octubre de 2012, esta salesiana aún vive en su monasterio.

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