EL CULEBRO DE BALTZOLA

EL CULEBRO DE BALTZOLA

Una leyenda que nos cuenta una historia centrada en la cueva de Baltzola, en la que se observan elementos como la protección a la naturaleza así como las repercusiones y la retribución de los propios actos con el paso del tiempo.

Cuenta la leyenda que dos hermanos, Joxe y Santi, se acercaron un día a la cueva de Baltzola atraídos por la leyenda que decía que las lamias guardaban en ella un tesoro. Al llegar allí vieron a una serpiente de gran tamaño, dormida, en la entrada. Santi, el más joven y alocado, le lanzó una piedra con tal suerte que le cortó parte de la cola antes de que la sierpe lograra huir. Joxe, el mayor, recriminó dicho acto a su hermano y le obligó a dejar en paz al animal. Ambos decidieron volver a casa.

Muchos años después, Joxe tuvo que emigrar con el fin de hacer fortuna. Pese a que medró en dicho lugar, no dejaba de echar de menos su hogar. Pero un día llegó un hombre al que le faltaba una pierna y, cogiéndole de la mano, lo transportó de nuevo a Baltzola. Allí y antes de desaparecer el hombre le dijo que para que no tuviera que volver a marcharse, le hacía entrega de una caja con oro, mientras que le regaló un cinturón para su hermano. Joxe fue en busca de su hermano pequeño, contándole lo que había pasado.

Tras darse cuenta que el hombre sin pierna en ningún momento había utilizado nada para sostenerse, Santi decidió por casualidad atar el cinturón a un árbol, el cual de repente empezó a arder. Tras mirarse, ambos comprendieron que el hombre no era otro que la serpiente a quien Santi había mutilado años atrás y a quien Joxe había defendido.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *