ESPIRITU BILARDISTA

ESPIRITU BILARDISTA

«Un día, en un entrenamiento que se hizo largo, todos empezamos a quejarnos en coro: ‘Esto ya lo sabemos, estamos cansados, llevamos dos horas aquí’… lo clásico, pero todo el equipo con la misma cantinela.

El entrenador dio por terminado el entrenamiento y nos llevó al hotel en el que estábamos concentrados y al día siguiente, a las 5:00 de la mañana nos despertó. Llegamos todos a recepción con intención de ir al desayuno, nos dijo que, de ninguna manera, que al autobús.

Pensábamos que había preparado una sesión de castigo, que estaba muy en el estilo de su dirección. El autobús salió del hotel y paró a 400 metros, justo a la entrada de la boca de metro, donde fuimos espectadores de un auténtico espectáculo, pues nunca la habíamos visto a esa hora de la mañana. A esa hora había gente humilde entrando y saliendo. Ahí estuvimos en silencio viendo ese espectáculo social.

A la hora, el entrenador se levantó y dijo: ‘Esta gente sale de casa a la mañana cuando sus hijos están dormidos y vuelven por la noche cuando sus hijos ya están durmiendo. No me vuelvan a decir que el entrenamiento es largo’. Bueno, yo no recuerdo un autobús más silencioso en el regreso al hotel».

Jorge Valdano

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