En el extremo sureste de la región de Coquimbo se encuentra la ciudad de Salamanca. Esta ciudad es conocida por su explotación de cobre de la mina Los Pelambres pero también es famosa debido a sus historias de brujos.
Las leyendas chilenas de este lugar cuentan que en sus alrededores existen cuevas donde los brujos y demonios se reúnen para hacer rituales. Dichas reuniones son conocidas como “aquelarre” y se supone que ningún ser mortal puede asistir a ellas.
Muchos curiosos han sido atraídos a dichas cuevas porque las leyendas también cuentan que en su interior los brujos utilizan únicamente utensilios de oro y plata pero ninguno de los curiosos ha logrado salir de allí con lo que buscaba ya que los utensilios se vuelven de madera al salir de la cueva.
Otros menos afortunados han tratado de seguir a los brujos pero al llegar a la cueva se dan cuenta que no hay ninguna entrada así que deciden esperar por el siguiente brujo, al llegar este lanza un hechizo para que un pase secreto se abra.
Pocos son los valientes o tontos que han logrado salir de esas cuevas después de haber seguido a los brujos por sus entradas secretas.
