HAY UN FAROL EN EL TIEMPO

HAY UN FAROL EN EL TIEMPO

Hay un farol en el tiempo, el que alumbraba la esquina,

que deambula en el recuerdo como una imagen querida;

testigo de travesuras, de juegos, sueños y risas,

y al que lo venció el mercurio con su brillo de luz día.

Con él se fueron las sombras que a su lado convivían,

la de los viejos portales y la precaria garita,

también la de los zaguanes, donde las novias sumisas

se quemaban en amor y a veces en la mentira. 

El día que lo apagaron, la esquina no fue la misma;

el reflejo amarillento, ese que le daba vida

al adoquín y a los charcos, con cierta melancolía,

se acomodó entre las cosas que el futuro discrimina.

Y cuando se lo llevaron, perdida ya su hidalguía,

aquello que había sido, era una historia vencida;

un caño viejo, herrumbrado, que como última vista,

vio, sobre el viejo adoquín, negro asfalto por cobija

Hay un farol en el tiempo que a su manera ilumina

todas las cosas que fueron, de forma tal que ellas brillan

con un fulgor especial, porque viven encendidas

en un pedazo de ayer que el presente magnifica.

Norberto Calul

Taller Literario “Almafuerte”

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