Hoy mejor que nunca está bien empleada la frase. Madre Tierra: Esta vez ella ha gestado a treinta y tres seres humanos.
Los primeros diecisiete días comenzó la gestación con horror, hambre y mucho sufrimiento.
Luego comenzaron a latir con más fuerza sus corazones, al oír ruidos exteriores, como el feto lo escucha en el vientre de una madre.
A partir de ese momento llegaron a ellos un halo de esperanza. ¡Él alimento tan ansiado! Por un orificio de ocho centímetros. Que se asemejaba a un cordón umbilical. Renovaron sus fuerzas, sintieron que su madre tierra los protegía en su útero y ya llegaría el momento de parirlos.
Sobre la Madre Tierra, estaban otros seres que fueron los Ángeles de la Guarda, todo lo hicieron hasta lograr el momento que nuestra tierra diera a luz.
El inolvidable día 13-10-10 sumado da treinta y tres, igual a la cantidad de mineros. Ese día comenzaron a nacer, uno a uno, emergiendo en la cápsula Fénix a través del canal de parto de la Madre Tierra.
¡Por fin todos vieron la luz! Allí los esperaron a cada uno, los médicos obstetras atendiendo de la mejor manera a los treinta y tres nacimientos.
Los rescatistas, médicos, colaboradores, compañeros mineros, familiares, el presidente de Chile y el mundo entero, no pudo contener la emoción, con lágrimas en los ojos y sonrisas en los labios por ver el milagro. ¡De la Madre Tierra!
María Bertilia Custodio
13 del 10 de 2010 Taller literario “Almafuerte”